Emergencia hídrica

Las características agroecológicas de Mendoza, han generado desde antiguo un régimen particular de gestión de las aguas, donde se contempla una situación permanente de escasez; es decir, donde lo habitual es que la demanda resulta mayor que la oferta.

Sobre esta base, anualmente las áreas técnicas del DGI elaboran el pronóstico de escurrimiento de cada ciclo hidrológico, comunicando tal situación al Poder Ejecutivo. Cuando las características de la predicción aconsejan adoptar medidas que trascienden la gestión del agua, se declara la Emergencia Hídrica.

En este sentido, la declaración de Emergencia Hídrica habilita la toma de una serie de medidas de distinto carácter: administrativas, institucionales, jurídicas, económicas, etc.

La provincia de Mendoza se encuentra desde octubre de 2010, comprendida dentro del marco de la Emergencia Hídrica. A lo largo de este periodo se ha ido prorrogando esta situación de emergencia y han surgido distintas herramientas instrumentales (resoluciones, medidas, acciones). En otras palabras, hemos superado una década donde nuestro territorio sufre las consecuencias de la escasez, debiendo atender de manera constante distintas alternativas para disminuir sus secuelas.