Existe una brecha de gobernanza en los recursos naturales, entre ellos el agua

 

La relación de las Mujeres y el Agua no está exenta de la predominancia de roles estereotipados que limitan su actuación en las múltiples dimensiones del recurso hídrico, tanto en el uso, preservación y gestión del mismo, como en la distribución de los espacios de decisión y liderazgo.

Una de las principales razones de esta brecha es la dificultad que tienen las mujeres para acceder a los títulos de propiedad de la tierra. Esto limita no solo la administración de la  tierra y el recurso agua, sino también la participación activa en la gobernanza del recurso hídrico. 

El agua, presente en todas las dimensiones de la actividad humana. En todas las actividades económicas que hacen uso del agua, en mayor o menor medida, se observan brechas de género, ya sea en materia salarial, laboral o techos de cristal. Visibilizar estas situaciones es sin duda un arduo trabajo a realizar. 

Otro claro ejemplo es la “Economía del Cuidado”  es el trabajo no remunerado que se realiza en el hogar, relacionado con el mantenimiento de la vivienda, los cuidados a otras personas del hogar o la comunidad y el mantenimiento de la fuerza de trabajo remunerado. Es en este ámbito donde la mujeres se convierten en actoras claves para avanzar en la concientización de un mejor uso del recurso hídrico poniéndolo al servicio de la alimentación y la salud.